Está
llegando a su fin la temporada turística. Los pueblos que nos
circundan ya han celebrado sus fiestas y dentro de un rato serán las
de Peñíscola. Aprovecho la ocasión para felicitar e invitar al
disfrute de las mismas a todos los que vivimos en este pueblo y a
quienes se acercan a compartir buenos momentos con nosotros.
El
verano, una vez más, ha sido una excelente muestra de improvisación
por parte del equipo de gobierno y así, para no perder la costumbre,
nos hemos vuelto a encontrar con la misma problemática que desde
hace ya algunos años venimos sufriendo: falta de aparcamientos,
consultorio médico pequeño, casco antiguo problemático y sucio,
top-manta, etc. etc. etc. El peor de todos es el tercer etc. : subida
de tasas e impuestos. porque vaya bien o vaya mal la temporada el
ayuntamiento, actualiza permanentemente los impuestos y las tasas ( a
la alza nunca a la baja).
Pero
miren ustedes, a alguien le han ido las cosas mejor: antaño como
consecuencia del top manta no se dejaba ni descansar al sub-delegado
del gobierno. Más de una noche el alcalde de nuestra ciudad lo
despertaba para recordarle cuáles eran sus obligaciones, y que debía
de poner más efectivos al servicio de la lucha contra el comercio
ilegal. Este año no. Por lo que me consta, ningún miembro del
equipo de gobierno ha molestado al sr. sub-delegado. Es lo que tiene
el cambio de partido político. Pero top-manta, lo ha habido y lo
hay. Para muestra la foto que se adjunta. Y así están los
comerciantes ¡qué trinan!
El
casco antiguo ha sido noticia todo el verano, según parece, algunos
vecinos han decidido que ya está bien y han recurrido a su legítimo
derecho al pataleo. No voy a hablar mucho del tema, ya lo haremos en
el pleno de septiembre aportando crítica constructiva y soluciones
al respecto. Y en ese mismo pleno, volveremos a proponer que se haga
algo con la basura del casco antiguo, con el tráfico del casco
antiguo, con la carga y descarga, con el aparcamiento y, seguramente,
volveremos a oír lo de siempre: “Ya estamos en ello”. Pero no,
por lo que he visto en los últimos años, no están en ello. Están
en otras cosas que no son ni el Centro de Salud, ni la depuradora, ni
la carretera de acceso, ni la campaña informativa explicando el
funcionamiento y la utilidad de la planta de residuos sólidos …
Están, sencillamente, en otras cosas. Que nosotros desconocemos
porque no nos las cuentan. Las relaciones con algún que otro miembro
del equipo de gobierno y mi grupo no son fluidas, sencillamente no
son. Creo que es consecuencia de la política del avestruz: si no se
enteran es que no pasa. Política ésta que unida a la del cangrejo,
de la que ya les hablé, redundará en un atractivo turístico más.
Pónganle ustedes nombre.