El pasado día 19 tuvimos
pleno en el ayuntamiento de Peñíscola, los cortos de entendederas
lo valoraron como tranquilo, sosegado, amistoso porque no se levantó
la voz, ni se apuntó con ningún dedo acusador salvo la cuota parte correspondiente al equipo de gobierno contra su ex-compañero de
gobierno y líder de Izquierda Unida. Porque no lo olvidemos, Rafael
Serrat le entregó la bara de alcalde a Andrés Martínez sin que
nadie le apuntase con una pistola, ni nadie le obligase a ello y
Andrés Martínez fue teniente de alcalde, concejal de urbanismo y
presidente del Patronato Municipal de Turismo mientras Rafael Serrat
fue alcalde (independiente, de esos que le gustan a algún que otro
narrador de la crónica peñiscolana). En realidad, tuvo su salsa el
pleno. No contuvo insultos pero la oposición socialista tuvo la
oportunidad de explayarse y recordar al equipo de gobierno que son
los suyos, los del PP, quienes nos deben dinero. Que son los suyos,
los del PP, quienes nos han dejado, según parece definitivamente,
sin depuradora, sin centro de salud, sin vía de acceso a la N340,
sin ley de la dependencia, con una educación del 3 al 4, y con una
sanidad de cuchitril, etc.
Les pudimos recordar que
las mociones son para utilizarlas, para esgrimirlas enfrente del
poder establecido y exigir que se cumplan los compromisos adquiridos
que en el caso de Peñíscola se han inclumplido uno tras otro por
parte del Partido Popular.
Hace unos días alguien
en Peñíscola me dijo que Andrés Martínez y el PP habían hecho
mucho por esta ciudad y le pedí que me enumerara cuales eran sus
logros. ¡Menudo apuro! y cuando reparo en alguno me dijo: “el final
del paseo sur y el desarrollo de la rehabilitación del núcleo
suburbano”. Je je. El paseo sur se desbloqueó gracias a que
personas del PSOE a nivel local y provincial pusieron mucho de su
parte y el núcleo suburbano, lo único que está ejecutado, cobrado
y liquidado es lo que entró en el plan Zapatero. Porque lo otro,
según parce, aún se nos debe en gran medida.
Ahora la excusa es la
crisis, la prima de riesgo, la evasión de capitales, etc. etc.
Cuando corría el dinero a expuertas la excusa era inconfesable,
irrepetible, soez. “Aquí mandamos nosotros” Tanto poder para
qué.
Sí, es cierto. No hubo
una palabra más alta que otra en este pleno. Pero como el sr.
alcalde insiste en repetir (o insistía) yo soy el hombre de Zapatero
en Peñíscola y practico el talante. Él, es el hombre de Rajoy, el
de las mentiras, el de las promesas electorales no cumplidas, el de
los recortes.