miércoles, 12 de enero de 2011

Dios nos proteja

Dice el alcalde de Peñíscola que ha impedido que se cierre la playa sur a los vehículos que deseen aparcar. Dice el alcalde de Peñíscola que el centro de estudios que está al lado solucionaría el problema del aparcamiento. Dice el alcalde que costas ha de solucionar la problemática que se genera con las inundaciones del paseo norte. El alcalde de Peñíscola sigue quejándose de lo mismo que hace cuatro años y los peñiscolanos seguimos echando de menos las infraestructuras que ya echábamos de menos hace cuatro años (y más).

La imprevisión del equipo que nos gobierna nos ha llevado a sufrir una serie de trastornos que ni facilitan la vida en esta ciudad, ni la convierten en ejemplar destino turístico.

No tenemos aparcamientos; pero llevamos a cabo una, más que necesaria, peatonalización en plan salto mortal: sin red, y cuando se busca la solución al desaguisado resulta que la buscamos en territorio ajeno y como si de jefes de tribu medieval se tratara nos montamos una cruzada para “recuperar” aquello que no nos perteneció jamás y que podría atenuar el efecto de la incompetencia suprema, se le declara la guerra y se le convierte en el objetivo de todas las iras y reproches. En el siglo XXI lo que se lleva es la negociación, el pacto, el respeto mutuo, la transparencia y la complicidad en todo lo que devenga en el beneficio público y general. Pero hay más: si nuestros gobernantes locales consiguen el deseado, por todos, Centro de estudios, nos pueden decir ¿como piensan pagar las obras necesarias para convertirlo en el gran aparcamiento que solucione nuestros problemas? Porque de momento si se abre lo que hay para aparcar solo caben, siendo generosos, 130 vehículos.

Lo que realmente sucede es que estos señores se han cubierto de gloria a la hora de gestionar los grandes problemas de infraestructuras de Peñíscola, y ante ello sólo saben echarle la culpa al gobierno central, que es lo que está de moda. Y en estos temas, hemos de saber los ciudadanos de Peñíscola, que lo responsables no están en Madrid, están más cerca, aquí mismo.

A mí lo que me preocupa, mucho, mucho, es que en una ciudad turística como Peñíscola, los coches hayan de aparcar en la playa y que la acción más contundente que emprende el equipo de gobierno es impedir que se restrinja el acceso que además es ilegal. Dios nos proteja.

En lo tocante al paseo norte, la culpa de que se inunden los edificios, calles y aceras de la zona no es de los actuales gestores del ministerio de fomento, quienes tendrían que dar explicaciones son quienes permitieron desde el ayuntamiento de Peñíscola semejante desaguisado, en el equipo de gobierno y en el PP peñiscolano hay más de uno, perpetrado por un ministerio que representaba entonces, ¡toma ya! El señor Jaume Matas, el del Palma Arena.

Que nos expliquen, que nos expliquen porque ahora nos pasa lo que nos pasa gracias a sus inventos.

2 comentarios:

  1. Lo has dicho de manera tan clara que solo se puede añadir la pena de de constatar que a la gente del entorno de este alcalde,le da igual los pesares que sentimos amando la misma Peñiscola!
    Muchas gracias compañero Pau

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  2. no es mas ciego el que no ve por causas naturales sino el que no quiere ver.....
    haciendo un referendum popular y seguido por la todalidad o mayoria de la poblacion un partido politico debe mojarse mas y atender a las necesidades de sus gentes.

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